¿Por qué un gran alcanfor?

Los árboles gigantes indudablemente causan fascinación.  Son testigos centenarios (y hasta milenarios) de las generaciones humanas, y guardan en cada uno de sus anillos experiencias que las efímeras vidas humanas no pueden recordar.

Estos gigantes del reino vegetal han inspirado múltiples manifestaciones de asombro y veneración.  Un ejemplo es el alcanfor gigante del templo Tenmangu en Kitano, Japón.  Allí, un alcanfor cuya base alcanza los 22 metros de circunferencia, cuya altura supera los 17 metros y cuya edad se estima en alrededor de mil años recibe a los visitantes, quienes no dudan en tomar fotografías del enorme árbol.

Asimismo, ¿quién puede olvidar a los nobles ents del Señor de los Anillos? Estos árboles gigantes, dotados de la capacidad para comunicarse y para moverse, no necesitaban de más para causar el respeto y hasta el temor de los guerreros más poderosos.

No debe olvidarse, además de los ejemplos anteriores, el gran alcanfor de la película Mi Vecino Totoro. Se trata de un árbol cuyas únicas cualidades fuera de lo común son su tamaño y su edad.  Sin embargo, este coloso vegetal está rodeado por una atmósfera de fantasía y misterio: es allí donde Totoro tiene su morada.

El gran alcanfor representa una conexión con la naturaleza, pero al mismo tiempo se transforma en la morada del misterio y la fantasía.  Extiende sus ramas en todas direcciones y alcanza a ver lo que nosotros no podemos mirar desde nuestra perspectiva.  Este árbol enorme se convierte en la fuente de inspiración de muchos, y le susurrará historias increíbles a quienes abran sus corazones y estén dispuestos a escuchar.

En mi caso, el gran alcanfor me ayudó a escribir los libros Segmentos en la vida de un monstruo y otras historias fantásticas y Detective QR y el adorno desaparecido, además de otros cuentos.  
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario